Estaba tan tranquilo leyendo el quinto tomo de Silver Spoon a lo que se presenta una adversidad al protagonista: no puede dominar al caballo ni saltar por encima de un pequeño obstáculo mientras que sus compañeros lo consiguen con relativa facilidad, siendo él el único en quedarse estancado.
Tras ello, y como podéis apreciar más abajo, Hachiken escucha la conversación que mantienen sus compañeros de clase hablando sobre lo fácil que ha resultado la prueba. En ese precioso instante es cuando un recuerdo invade su mente: recuerda cuando se encontraba en la misma situación en el instituto, quedándose atrás de sus compañeros que sí superaron el problema que él no podía. Momentos que hemos vivido todos y hemos sentido ese pellizco de ansiedad al quedarnos atrás en algo.
Vengo tan solo a resaltar este hecho porque me ha parecido fascinante cómo ha jugado de bien sus cartas la autora para incluir todo tipo de situaciones cotidianas, estudiantiles y de cualquier ámbito de la vida dentro de su manga. Esta precisa viñeta junto a otras 2 ó 3 similares que aparecen en este tomo al menos a mí me hicieron reflexionar. Me acordé de aquellos momentos en que me sentía pequeño, me invadía la ansiedad y creía que no podía. Pero estas situaciones son temporales, y sabemos que todo termina acabando; pero siempre hay que luchar y no rendirse nunca. Y es bajo este contexto cómo se presenta la moraleja del tomo: Hachiken no se rinde, se esfuerza al máximo y supera el obstáculo con creces.
Estas viñetas son de libre interpretación, pero de seguro que todos nos tomamos un receso para pensar un poco en situaciones similares en nuestras vidas. De verdad, este manga es una maravilla y detalles tan reales como estos, hacen de Silver Spoon algo más grande aún.
Me han dado unas ganas terribles de comprarla, pero tengo miedo a que se alarguen...
ResponderEliminarBuena entrada!! ahora me pica la curiosidad!!
Un abrazo!
Jeanne!!