miércoles, 21 de agosto de 2013

[Reseña Manga] El almanaque de mi padre


Título original: Chichi no Koyomi.
Título en España: El almanaque de mi padre.
Autor: Jiro Taniguchi (dibujo y guión).
Editorial japonesa: Shogakukan.
Editorial española: Planeta DeAgostini.
Revista de publicación: Big Comic.
Género: seinen, drama, slice of life.
Tomos: 1.
Año de publicación en Japón: 1994.
Año de publicación en España: 2008 (la edición reseñada).
Precio: 11, 95€.

Sinopsis: Tras quince años alejado de su pueblo, familia y viejos conocidos, Youichi regresa a consecuencia de la muerte de su padre. A él no le anima la idea de volver a su pueblo natal ni ver a su difunto padre, pero hay obligaciones que no se pueden evadir indiferentemente del contexto en que se presenten. Así pues, Youichi vuelve al pueblo donde para su sorpresa es acogido cálidamente por todos, sin ser cuestionado por su repentina marcha para estudiar en la capital y no volver.

La hermana de Youichi, sus tíos y amigos (y de su padre), comienzan a memorar uno a uno a un gran hombre muy trabajador hasta el lecho de su muerte al que su propio hijo guardaba rencor culpándole por el divorcio con su madre, echándole culpa en silencio su falta de ambición hacia la vida y nulo afecto hacia su propio hijo. Un rencor que se disipa conforme se cuentan las historias y Youichi reflexiona sobre la figura de su padre. La imagen que tenía de él comienza a cambiar tras escuchar atentamente cada relato del pasado y adoptar una imagen completamente diferente de la que tenía de él y a deteriorar la de su madre, a la que tenía idealizada.

Un viaje de retrospectiva que relata la vida; el pasado y el presente narrado en primera persona desde la perspectiva del protagonista de joven y adulto mientras construye un pasado diferente del que recordaba gracias a la madurez y conocer detalles que de joven pasaron desapercibidos. O que simplemente visualizaba de forma diferente a la realidad.


El argumento: un recuento de una infancia carente de afecto paternal.

"El almanaque de mi padre" presenta un argumento sencillo pero bien elaborado. Una historia que transcurre durante décadas. Una reflexión sobre la vida, la familia y las raíces narrada con una versatilidad lingüística impecable acompañada por un perfecto dibujo, con trazos realistas y fondos de época. Una obra maestra que cuenta con todos los ingredientes para enamorar a los lectores más exigentes.

El maestro Taniguchi, en tan solo 272 páginas rememora la vida completa de un hombre, creando un pequeño mundo vivo del recuerdo, muy amena de leer y que atrapa al lector gracias a su sencillez, impecable narrativa y reflejo de la realidad, cualidad que al lector más maduro (al que va destinado el manga) gustará en especial, haciendo que nosotros mismos revivamos nuestra niñez.

A veces no todo es como nosotros creemos que es. Y precisamente esto se plasma en este manga: un pensamiento que adopta su verdadera naturaleza tras los años, con rencor por en medio y con un lamento final que induce hacia la reflexión: ¿Hemos sido justos con nuestros padres? ¿Realmente vemos todo lo que nos rodea? 

El caso de Youichi es un reflejo de vida cotidiana, un caso presente en todas las familias, tenga o no que ver con la figura paterna; todos tenemos nuestra historia. De pequeños no entendemos todo lo que sucede a nuestro alrededor y adoptamos un punto de vista erróneo por falta de madurez y desinformación. No somos conscientes de qué motivos pueden mover un pensamiento, un acto... 

Al padre al que odiaba tanto, resultó ser un hombre de corazón, trabajador, silencioso pero con muchas aspiraciones, algo que el protagonista descubre tras escuchar las historias de toda la familia y finalmente percatarse de que efectivamente no fue justo con él, y aunque reprimiendo emociones, un lamento en lo más profundo de su corazón, echando de menos a una figura tan importante como es un padre y con ganas de volver al pasado para enmendar los errores, resalta en las páginas finales dejando la obra por todo lo alto con una gran moraleja.


Es imposible indagar con mayor profundidad al tratarse de una obra cargada de sentimientos. Es un manga que hay que leer para entender y cada uno sacar sus conclusiones tras terminar una lectura redonda inmensa de recuerdos.

El maestro de la narración: una capacidad para crear.

Jiro Taniguchi consigue llevar "El almanaque de mi padre" a otro nivel gracias a su perfecta forma de narrar una historia tan costumbrista con un ritmo lento, sosegado y midiendo al milímetro cada palabra con maestría y fluidez para no hacerse pesada.  Atrapa y nos dejamos llevar por completo por lo que no cuenta el maestro, con ganas de saber más sobre una vida, sobre una que no existe en la realidad con deseo de continuar leyendo hasta conocer al mínimo detalle todo lo que nos está tratando de mostrar. Parte de este éxito hay que atribuirlo al equipo de traducción por el excelente trabajo adaptando textos. 

Es difícil conseguir que una lectura densa y narrada con tanta pausa y lentitud sea capaz de enganchar y no hacerse pesada, pero Taniguchi lo consigue. Dan ganas de leer del tirón mientras nos sometemos a una extraña sensación de integración, existiendo solo el manga en nuestras manos y la mente puesta en él esperando descubrir más del pasado de Youichi y en especial la relación con su padre, tanto la del pasado como el pensamiento adoptado en el presente, ansiosos por descubrir su reacción al unir las piezas de su vida.


El dibujo: impoluto y fiel a su origen.

El estilo de Jiro Taniguchi siempre se ha caracterizado por tener un trazo muy limpio, extremadamente detallista a la hora de tratar los fondos para dar más ambiente y elaborando personajes humanos bien proporcionados.

Su estilo se aleja un pongo del manga más ortodoxo, pero no por eso es algo criticable ni mucho menos peor. Es realista hasta a la hora de caracterizar los ojos orientales (no del todo) y detallando infraestructuras urbanas de la época, vestimentas, decorado del hogar...

La edición: tres modelos para elegir.

La primera edición que vimos de "El almanaque de mi padre" fue en 2001, recopilando el manga en tres volúmenes con 96 páginas cada uno. La edición que traigo hoy para reseñar es la pertinente a 2008 (edición integral), en cartoné con tapa dura, sentido de lectura occidental, papel de calidad y pese a sus dimensiones, muy cómodo de leer. Y por si fuera poco, este mismo año, Planeta DeAgostini lanzará otra edición dentro de su línea "Trazado" con un formato mejor aún para una obra que lo merece. También con sentido de lectura occidental.


Conclusión

Un manga de culto sobresaliente en todos los aspectos a manos de un mangaka de calidad que desborda talento literario y artístico.

Es una recomendación que lanzo a los lectores más maduros que quieran y sepan disfrutar historias costumbristas de excelente ambientación del siglo XX. De ritmo lento, argumento sólido bien planteado y dibujo impecable, convierte la obra en algo maravilloso.

Un claro ejemplo de que un manga con argumento sencillo bien narrado puede convertirse en algo grande. Algo enorme que llega al corazón. Excelente trabajo del maestro, cumpliendo expectativas demostrando su calidad en un viaje de ensueño de un niño con sentimientos reprimidos.


Lo mejor: Un manga costumbrista perfecto en todos los aspectos técnicos apto para los lectores más maduros.

Lo peor: Nada.  

Nota: 9, 8/ 10.

3 comentarios:

  1. Pedazo de reseña, muy buena. A leer el manga se ha dicho :D Macho, la lista de pendientes sigue creciendo,... me mola xD

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  2. Me encanta la reseña, te has pegado una super currada. En mi caso, se me hizo muy pesado y tiré la toalla...
    El dibujo de este hombre tampoco me acaba de hacer tilín, la verdad. Muy correcto y tal pero no lo veo atractivo.
    Me alegro de que lo hayas disfrutado!

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