¿Por qué cada vez que salgo un sábado me ocurren cosas raras? Pues bueno, aprovechando que ayer me dio por hacer vida social, aquí os traigo otra entrada de estas que os ponen palote y os entra un hype terrible cual fanboy. Para variar un poco, vamos.
El día comenzó para mí a las 11. Milagrosamente conseguí despertarme. Me duché. Jugué con el gato. Salí. Me olvidé las llaves en casa. Volví (abrí con las llaves de mi madre). Salí. Llego a Palma en coche y comienzan mis épicas aventuras de los sábados, que los que me sigáis desde hace un tiempo, habréis notado que cada sábado que salgo, es una aventura, y eso que tampoco hago gran cosa...
Llego al casal, que es el sitio donde nos reunimos para jugar a Yu-Gi-Oh!, pero como llegué casi a las 14, no jugué y nos pilló la hora de comer. Salimos rumbo al burger, y por el camino, me adelanté con un amigo y hablamos un buen rato sobre el Dragon Quest, obviamente, compartiendo toda mi sabiduría con él tras infinitas horas de vicio, que por cierto, me duelen los ojos.
Entra hambre, ¿eh?
Esperamos a los otros que no llegan y nos fuimos por nuestra cuenta al mejor sitio que existe sobre la faz de la tierra: El KFC. Hacía tiempo que no iba, y bff..., madre mía, qué bueno estaba. A partir de ahora cada sábado pienso ir allí. Debería ser pecado la existencia de algo tan delicioso. Ah, bueno, sigo. Comimos y tal y llega la hora de buscar a los otros.
Antes de seguir, como curiosidad, informar de que siempre me toca caminar mucho, aunque lo odie. Total, que nos disponemos a buscar a los otros y se nos ocurrió la brillante idea de no usar el móvil para llamarles ni mirar en el burger que estaba a 1 minuto o menos a pie. Caminamos media hora hasta que les llamamos. Efectivamente estaban en el burger.
Llegados al burger, la gente saca las cartas, los tapetes y el material friki para jugar. Había gente mirándonos, pero va, da igual. Y unas inglesas, tras el espejo, cotilleando lo que hacían, a lo que yo respondo: cultura friki española xDDD.
Mientras escribo esto, me pregunto por qué coño lo hago y por qué lo alargo tanto. En fin, a alguien le gustará, supongo. Tranquilos, nos acercamos más a los momentos épicos. Falta poco. No os excitéis.
Y llegamos a uno de los momentos cumbre del día. Caminando hacia el sitio donde jugamos cartas (sí, sieeempre caminando), un señor aparece y se pone a cantar cara al sol y diciendo que antes nacer español era un orgullo, que ahora era una mierda y muchas más cosas. A esto mis amigos y yo nos reímos y ellos responden comenzando a hablar en catalán. Para rematar, un Marko salvaje aparece (yo) y suelto: ¡y Gibraltar inglés! Marko salvaje huyó corriendo como Antonio Recio.
Total, hago un salto de unas horas porque hubo una movida mazo de estúpida con la gente, que es muy boba... y voy al Norma Cómics con mi amigo Rubén, para yo hacer unas compras y si eso él pillar algo.
A lo que entramos, aparece un chico al que llaman Dante (nada que ver con el de Devil May Cry). Pues con este chaval, ocurrió el momento incómodo del día, pero no dijimos nada.
+ Hola, te llamabas Marcos, ¿no?
- Marko. Sin la s y con una K.
+ ¿Cuándo es tu cumpleaños?
- 18 de enero.
Le pregunta lo mismo a mi amigo y vuelve conmigo:
+ ¿Naciste el 10 de mayo?
- No, 18 de enero, mi amigo el 10 de mayo.
(tiempo después)
+ Marko, ¿tienes digimons?
- No, pero tengo unos cuantos dispositivos digitales.
+ Tu cumple era el 18 de enero, ¿no?
- Sí
+ ¿Tenéis peluches?
- Sí
+ ¿Me los regaláis?
- No
+ Tu cumple era el 10 de mayo, ¿no? ¡Ay! el 18 de enero.
- Exacto, vamos avanzando.
Y así repetimos durante media hora mientras me intentaba escabullir, buscando mangas un buen rato con el chico Dante haciendo preguntas.
Como de costumbre, doy un buen rodeo y cojo: Barrio Lejano de Taniguchi, Ikigami 9 (YES) y como sabréis, queridos seguidores, no puedo comprar 2 mangas. No me vale. Me niego. Antes no compro nada a comprar 2. Por lo tanto, doy un buen rodeo y compro el tomo 1 de un manga. Revelaré la compra a finales de mes. No digo el nombre del manga porque seguro que a un amigo blogger le hará ilusión mi compra. No, no es Medaka Box.
Total, voy a comprar y aparece Dante y dice:
+ Tu cumpleaños es en enero
- Sí, el 18
+ La chica de la tienda no me cae bien, no me quiere decir su edad
- Hombre, ¡es que eso no se pregunta!
+ ¿Dónde vives?
- En Palmanova
+ ¿Y tú Rubén?
/ Al lado de Marko. Bueno, en Son Caliu
+ ¿Son Galiu?
/ No
+ ¿Son Saliu?
Y así seguimos un rato hasta que salimos, tras un buen rodeo como de costumbre. La próxima semana más compras, que si todo va bien, toca buena tira de novedades que me interesan.
Y para rematar el día, cuando íbamos a volver en bus, aparece... ¡Mini Mouse!
En el bus hablamos de leyendas de Pokémon como buenos frikis, de Nintendo, del Dragon Quest y poco más.
Finalmente, llegué a casa, cansado. Me tumbé, miré Dragon Ball GT en catalán y cuando me iba a ir a la cama a dormir, echan una peli de Evangelion, también en catalán, en el 3XL, canal al que le quedan 2 telediarios. Como buen chico responsable que soy, me quedé viendo la peli comiendo nutella, así hasta las 05.
¿Conclusión? Tengo mono de KFC.
Su puta madre, qué largo me ha quedado. Más vale que guste. Hostias.
PD: Ni Japan Martes ni pollas, un sábado en el Norma no tiene precio.